En el bello sector de Liglelfun, la Comunidad Indígena Antonio Cayufilo Lefián ha dado un paso firme hacia el fortalecimiento de la agricultura local, demostrando que el trabajo colaborativo y la gestión asociativa son motores clave para el desarrollo rural sostenible. En alianza con el Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) de Loncoche, la Municipalidad de Loncoche y INDAP, se concretó un proyecto que no solo mejora la productividad, sino que también refuerza el tejido comunitario y la autonomía territorial.
🚜 Tecnología al servicio de la tierra y la comunidad
Gracias a la adquisición de modernos implementos agrícolas —una segadora, recogedora de papas, triturador de granos y recolector de fardos—, diez familias mapuches del sector Liglelfun podrán optimizar sus procesos productivos, diversificar sus cultivos y ampliar sus servicios agrícolas. Esta mejora tecnológica no solo beneficia a los integrantes directos del proyecto, sino que también permitirá ofrecer apoyo a otras 26 familias del territorio, generando un efecto multiplicador en la economía local.
Este avance representa una transformación concreta en las condiciones de trabajo de los agricultores, facilitando tareas que antes requerían gran esfuerzo físico y tiempo, y abriendo nuevas posibilidades de comercialización y colaboración entre comunidades.
🤝 Un modelo de gestión que une voluntades
El proyecto es fruto de una articulación ejemplar entre actores públicos y comunitarios. La participación activa del PDTI, el respaldo técnico de INDAP y el compromiso de la Municipalidad de Loncoche han sido fundamentales para llevar esta iniciativa a buen puerto. Pero el verdadero motor ha sido la comunidad misma, que con visión, organización y esfuerzo colectivo ha demostrado que el desarrollo rural es posible cuando se trabaja con unidad y propósito.
Este tipo de iniciativas refuerzan la importancia de los modelos asociativos, donde las decisiones se toman en conjunto, los beneficios se distribuyen equitativamente y la identidad territorial se preserva y proyecta.
🌱 Más que maquinaria: una apuesta por el buen vivir
La entrega de estos implementos agrícolas no es solo una mejora técnica; es una apuesta por el buen vivir mapuche, por la soberanía alimentaria, por el respeto a la tierra y por el fortalecimiento de las redes comunitarias. Es también una forma de reconocer el valor del trabajo campesino, de dignificar la labor agrícola y de abrir caminos hacia una ruralidad más justa, inclusiva y resiliente.
Cada fardo recolectado, cada grano triturado, cada papa cosechada será testimonio de un proceso que une tradición y modernidad, identidad y progreso.


















