Hoy decidimos destacar un ministerio poco común en nuestra rutina, distinto a las iglesias habituales. Con humildad y afecto, logró impactar a numerosos vecinos de Loncoche. Ojalá más profesionales siguieran este admirable ejemplo.
La fundación Alas de Gracia nace en el corazón del Pastor Bautista e ingeniero industrial, Abner Quezada Parra, el año 2012, cuando decidió, junto a su familia y 3 médicos, 3 enfermeras y 3 paramédicos, prestar servicios en la isla Buta Chauques, Chiloé. Querían dar, en agradecimiento, lo que Dios les ha dado. Fue el comienzo y el espíritu de este ministerio, que traería alivio a muchos compatriotas en lugares apartados del país.
Hoy son más de 150 voluntarios que han participado en diferentes lugares, centrado en un principio en las islas de Chiloé, tales como Quellón, Isla Meulin, isla Machuque, Isla Quinchao, Isla Melinka, Isla Huicha, Isla Puluquí, pero también han apartado tiempo para isla Santa María en la octava región. El norte en Pica, Pozo al Monte y en Alto Hospicio. En nuestra región han estado en Traiguen y en Galvarino.
Su último operativo fue en nuestra amada comuna, donde recibimos a 90 funcionarios, quienes atendieron en las especialidades de optometría, audiometría, matrona, dental, enfermería, médico general, podología y consejería espiritual; estaba incluido su propio personal de cocina, pasillo y área administrativa, lo que permitió atender a mas de 600 personas. La gente se retiraba agradecida.
El voluntariado se compone de hermanos de distintas iglesias cristianas protestantes y la postulación para acceder a la fundación es rigurosa, vía carta pastoral. La mayoría son profesionales del área de salud y regalan tiempo y recursos en agradecimiento a las bendiciones de Dios, con un claro llamado misionero y de amor al prójimo.
El financiamiento viene principalmente de sus miembros y los insumos médicos son parte de empresas que se hacen presente cuando se golpean puertas. Todo va en apoyo de la gente atendida.
Hoy su directorio se compone de Abner Quezada como presidente, Francisco García vicepresidente y Jeniffer Quijada como directora clínica. Su próximo desafío es Porvenir, en la región de Magallanes, y esperan nuevamente poder atender un gran número de necesitados ¡Y quiera Dios que así sea!

















